miércoles, 16 de septiembre de 2015

Aquellos ojos azules

Apenas hace dos meses volviste a mi vida, aquella que decidiste abandonar dejandola en ruinas y que, más o menos, ya se podía mantener en pie, como un niño aprendiendo a andar. Y llegaste tú, volviendo a destruirlo todo, a romper los muros construidos contra los demás, a destrurme a mí. 

Y es que quién iba a decir año atrás que volverías a estar aquí. Y aún no me acostumbro a decirlo.

Ahora que creía yo que tenía todo superado y solucionado, que estabas fuera de mí, me encuentro mirando el mar que esconden esos ojos azules, recordando todo lo que hemos vivido e imaginando lo que nos quedaba por vivir. Me encuentro pensando en la bonita sonrisa que se esconde detrás de esos labios, lo que me gustaría besarlos y que tu lengua, junto con la mía, bailaran un vals bajo la lluvia.

Que me dijieras que sigues aquí conmigo, que tu corazón me pertenece y que siempre voy a ser yo y nadie más. 

Soñando contigo y en un nosotros y que al despertarme me digas que si me he cansado de dar vueltas en tu cabeza toda la noche. Que me digas que las chicas que te gustaron antes que yo no fueron nada, que yo soy la mejor de todas y que soy lo mejor que te ha pasado en la vida. Que me digas lo muchísimo que me quieres mientras me miras a los ojos y me acaricias una mano. Que recuerdes la de bobadas que hemos hecho juntos y me abraces respirando sobre mi pelo. Que bajo sábanas blancas de algodón nos diríamos el primer "te quiero" seguido de un beso con roce de nariz, uno de esos que saben a "nunca te voy a dejar ir". 

Y me encuentro aquí, sentada, escribiendo sin pensar, sólo sintiendo cada palabra, cada letra, porque este momento es nuestro, por que me encuentro perdida recordando aquellos ojos azules.

No hay comentarios:

Publicar un comentario